La mejor vivienda es la mía, la que elijo y disfruto. Pero devolvámonos un poco. ¿Recuerdas la curiosidad que te despertaron a la hora de comprar, cuando te ofrecieron dos apartamentos de igual área y distribución, pero te presentaron precios distintos? ¿Cuál era la diferencia? ¿Cuál era mejor? Ante el obvio impulso económico de comprar el más barato es importante poner pausa y conocer un criterio que se aplica para estas diferencias: por el apartamento que está en el piso más alto se paga un valor mayor, esa diferencia se llama la prima de altura.
La prueba del amanecer es fundamental. Te puedes sentir verdaderamente enamorado de tu casa, pero si al levantarte en la mañana, te mareas al recordar que estás en un nivel de dos dígitos (piso 15, 22, 31…), lo tuyo es un apartamento del piso bajo; son más baratos y convenientes para quienes temen a las alturas y encuentran mayor tranquilidad a nivel. A estos apartamentos no se les cobra esa prima. Pero si a primera hora corres la cortina, admiras el horizonte y sientes que quisieras estar aún más cerca de las nubes, desbloqueaste otro nivel, no lo dudes, tu vida está por lo alto.
Esa segunda escena suele ser más común y por eso la prima de altura se calcula como un valor adicional que se aplica a los apartamentos ubicados en los pisos altos del edificio. Esa condición es muy valorada por los compradores y reporta beneficios en comodidad y bienestar para toda la familia. Una condición de altura representa un mayor aislamiento del ruido, nos distancia de factores externos como la mayor circulación de ascenso y descenso desde otros pisos, lo que genera más independencia y silencio.
La iluminación natural es una marca de los proyectos de Tierra Grata, pero siempre habrá quienes quieran el upgrade y la vista en los pisos superiores puede estar entre las condiciones más apetecidas. Por eso mismo, los buenos compradores recomiendan conocer el proyecto en planos y visitar el lote para lograr una idea clara de la ubicación, calcular las rotaciones del sol y la vista que se puede lograr. Y si los cálculos financieros lo permiten, adquirir vivienda en un piso alto significará tener amaneceres muy felices, atardeceres inolvidables, las mejores fotos y una experiencia de gratitud con la vida y la naturaleza que se puede revivir todos los días. Un propietario lo decía bien: “comprar vivienda es hacer realidad el sueño, pero vivir en un piso alto es pasarse a vivir al sueño mismo”.