Una historia conectada con el presente y que construye porvenir.
Dos minutos antes de tomar la desviación para la transversal de la montaña decidí visitar un proyecto que está de moda: Mágica de Tierra Grata –próximo a entregar–, y allí me di cuenta porqué la gente dice que en ninguna empresa los sueños se parecen tanto a la realidad como en la oferta que hace la constructora Tierra Grata & Co.
Pareciera casual que Tierra Grata siempre seleccione lotes tan buenos, pero Juan Manuel Arango, director de proyectos, me explicó la detallada ruta que siguen para evaluar y hacer posible, más que las viviendas, sistemas conectados con una visión de desarrollo. A la seguridad jurídica –tan importante en estas inversiones–, le suman un riguroso control en la calidad de la construcción para lograr edificios emblemáticos, y una línea de diseño que se convierte en marca y garantía en el mercado; vivienda con altas posibilidades de reventa.
«En cada proyecto entregamos más que un espacio. Los Tierra Grata tienen todos sus permisos en orden, cumplen con las exigencias viales, redes, desarrollos de conectividad y servicios públicos, todos los detalles desde los puntos de vista técnico y ambiental están listos antes de comenzar la venta. Hay seguridad y eso le da una gran tranquilidad al comprador» dice Juan Manuel.
Me gusta conversar con otros visitantes del proyecto y me llamó la atención que uno de ellos era justamente proveedor de algunos insumos de la obra blanca en los apartamentos. «Yo sé quién está construyendo este edificio y sé los buenos materiales que mi empresa utiliza; por eso compré dos apartamentos aquí». Empresarios, proveedores de gran reconocimiento y muy buena evaluación en el mercado serán parte de los vecinos. «¡Sabes que sí! Eso pasa en casi todos nuestros proyectos», dice Juan Manuel, mientras me enseña las zonas de coworking y llegamos al parqueadero donde mi vehículo completó su carga eléctrica, detalles que hablan de ideas tangibles que ya caminan en el futuro de la ciudad; son ecosistemas cercanos a las necesidades y nuevos estilos de vida.
Siento que cada familia llegará con alegría a su nuevo hogar, en edificios que ya hacen parte de la memoria de la ciudad. Gente, como yo, que reconocen en la vivienda el mejor vehículo para llegar al futuro y confiar sobre una vida grata en él.
