Las nuevas tendencias de sostenibilidad nos recuerdan que somos una combinación de elementos naturales: aire, agua, tierra y fuego; ellos nos constituyen y −al tiempo− somos vulnerables ante sus características. Por ejemplo, llegó el verano, ¡uff! y la ola de calor evoca el fuego que, si no le ponemos límite, se manifestará en incendios, algunos en las laderas y bosques, pero no pocos en las viviendas, lo que obliga a tomar precauciones.
Empecemos por las velas −tan de moda−, no descuidarlas cuando estén encendidas, ubicarlas como isla flotante (en soportes que generen una zona de agua alrededor), evitar ponerlas donde exista decoración excesiva, telas, papeles, madera u otros materiales inflamables. El mercado también ofrece chimeneas, que siempre serán una tentación en el diseño de espacios, un paso adelante en la domesticación del fuego, gracias al gas. La revisión periódica de la red y equipos de este combustible previene una explosión. También es clave marcar y guardar bien los líquidos inflamables.
Por otro lado, quien compra una casa tiene, por lo general, nociones muy altas de prevención, y por eso Tierra Grata acompaña esa actitud con una garantía inicial de cuidado: ofrecemos viviendas con sistemas constructivos que respaldan con tecnología e innovación ese cuidado ante el fuego. Nadie quiere que suceda, pero es bueno saber que una chispa puede tomar fuerza en 30 segundos; los muros de nuestros apartamentos cumplen la norma de resistencia para prevenir y reducir los daños que se pudieran presentar por el fuego.
Y en los muros internos, poco a poco se ha ido perdiendo el temor de utilizar los sistemas livianos. Son alternativas cada vez más económicas y seguras que permiten a los espacios tener esa diversidad y posibilidad de cambio que tanto se valora. Las placas de fibrocemento o superboard son sistemas con más de un siglo de investigación y desarrollo; el sector hospitalario, hotelero y comercial, entre otros, ya lo incluyen por su seguridad y confianza.
En conclusión, una vivienda en Tierra Grata es un espacio seguro, pero nunca nos podemos descuidar con las llamas que encendemos al interior. La palabra hogar tiene su origen en una expresión latina que significa hoguera, y quizás por eso, el abrazo que nos da la vivienda es una fuente de energía que recibimos todos los días y cuya clave para mantenerla está en no descuidarla. ¿Y tú cómo cuidas el calor de tu hogar?
